Ora Con Fe Conforme a Su Voluntad

He dicho en las últimas semanas que este blog se encuentra en un muy buen tiempo y bendecido por los invitados e invitadas que han estado aquí. 

La semana pasada dije que habíamos llegado al final de la temporada de invitados, pero sucedió algo inesperado y ¿Qué creen? Hay una sorpresa más para todos ustedes, estoy contento de darle este lugar en el blog a hermana Monse Ramírez, que nos comparte una palabra de aliento, fe y nos recuerda que no debemos de parar de orar con fe.

Gracias hermana Monse por unirse a este blog. 

Sin más, su testimonio…

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Ora Con Fe Conforme a Su Voluntad

Hola a todos.

Antes de empezar quiero dar gracias al hermano Abner por la invitación. La verdad es que me tomó tiempo pensar sobre lo que quería compartir con todos ustedes en el blog. He leído todos los testimonios de fe y me han impactado. Me han ayudado a levantar mi fe y agradezco a todos por compartir sus experiencias porque sé que han inspirado a muchos.

Mientras pensaba que escribir muchos pensamientos vinieron a mi mente. 

Regresé 14 años atrás cuando comencé a ir a la iglesia. Aún me acuerdo del primer servicio, cuando recibí el Espíritu Santo y me bauticé en el nombre de Jesús. Me sentía como en un sueño  del cual no quería despertar. También recuerdo mientras tomaba clases en la escuela, lo único en lo que pensaba era en Jesús. Escribía en mi libreta el nombre de Jesús y mis escrituras favoritas. La verdad es que no sé como aprobé  las clases, jaja. 

En todo este tiempo lo único que quería  era conocer más de Dios. Pero no fue fácil, ya que mi familia aún no estaba en la iglesia. Cuando empecé a cambiar pensaban que estaba loca, me veían raro y me criticaban porque había cambiado mucho. ¡El Señor me había cambiado y toda la gloria sea sólo a él!  

A veces tenía que escaparme o salirme por la ventana para poder ir a los servicios porque a veces, mis papás me encerraban en mi cuarto para no dejarme ir a la iglesia, sólo porque pensaban que estaba cambiando de religión. 

¡Nosotros sabemos que Jesús no es una religión, es una relación diaria con él!

Durante todo ese tiempo Dios estuvo conmigo y nunca me dejó; aunque muchas veces me desanimé porque no sabía que hacer y pensaba que siempre iba a ser así. Un día me senté a escribir una lista con 30 cosas que le pedí al Señor y entre ellas estaba mi familia (ya lo sé, pedía mucho, jaja). Cada día oraba y le pedía a Dios, muchas veces con lágrimas, para que ellos asistieran a la iglesia, pero no pasaba nada o eso pensé.

Un día, desesperada porque no veía resultados, oré y Dios habló a mi corazón. Me dijo que fuera paciente y que se lo dejara todo en sus manos, que no forzara  las cosas porque él estaba tratando con mi familia, conforme a lo que él ya había planeado. Después de orar fue cuando sentí una paz que no había sentido en mucho tiempo, una paz que no había sentido en ocho años de orar y ayunar por mi familia. A pesar de esto, sentía una certeza de que algo Dios estaba haciendo, y que todas las oraciones y el tiempo de espera habían valido la pena.

Ocho años más tarde, después de regresar de la iglesia, hablé  con mi hermana pequeña acerca del Espíritu Santo. Ella me escuchó con detenimiento y me dijo que quería ir conmigo a la iglesia. Se bautizó y recibió el Espíritu Santo. Medio año después, mis papás me dijeron que sentían la convicción de ir a la iglesia con nosotros y así fue como ellos llegaron a los pies de Jesús.

Creo que fue ahí cuando entendí el poder de la oración. Comprendí que el poder de la oración está en la fe, es una certeza de lo que esperas pero no lo ves:

Hebreos 11:1 Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Entendí que Dios contesta a su tiempo, en el lugar, el momento exacto como él ya lo ha planeado. No debemos desesperarnos,  sino seguir confiando en él, a pesar de que no veamos resultados al momento que nosotros queremos, o no comprendamos todo:

Eclesiastés 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Quizás te preguntas: ¿Qué pasó con tu lista?

La verdad es que Dios ha sido bueno conmigo y me ha concedido cosas que le he pedido de esa lista, pero también hay algunas que no me las concedió; porque el sabe lo que es mejor para nuestras vidas. Eso no significa que Dios no quiere responder a todo lo que le pedimos o que nuestra fe es vana. Dios también responde oraciones conforme a su voluntad.

Para terminar, a lo mejor hay algunos de ustedes que han pasado por este tipo tipo de situaciones o que quizás están pasando por esa situación en la que tus papás, algún familiar o amigo está tratando de hacer lo posible para que te alejes de Dios o tal vez no quieren ir contigo a la iglesia, a pesar de haberlos invitado innumerables veces. Sólo recuerda lo que dice la escritura:

Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Recuerda aún tener misericordia a pesar de las cosas que ellos puedan hacer, porque al fin y al cabo estás batallando contra Satanás, quien quiere que no estés en la iglesia, y mucho menos que ganes almas para Jesús. No te desanimes, sigue orando por tu familia, sigue orando por tus amigos o por las personas que quieres ganar para Dios. Quizás no van a venir al momento que tú quieres pero ten confianza y fe que Dios está preparando el camino para ellos.

Monse Ramírez.

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