No Hay Nada Imposible Para Dios
Vamos a seguir con nuestros invitados.
Como siempre digo, los testimonios son para aumentar la fe, para entender y saber que Dios puede hacer cualquier cosa, y hoy una vez más, te darás cuenta de eso.
Quiero darle este espacio a mi amigo y hermano en Cristo Paco Báez, gracias por su amistad, gracias por compartir la misma visión, gracias por ser realmente un hermano para mi, y también muchas gracias por aceptar la invitación y contarnos cómo fue que Dios transformó su vida.
A continuación su testimonio…
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No Hay Nada Imposible Para Dios
¡Dios les bendiga jóvenes!
¡Antes que nada quiero agradecer de manera especial a mi hermano y amigo Abner por nuevamente darme oportunidad de participar en este blog y ser parte de lo que Dios está haciendo en México!
Gracias de verdad amigo por todo el apoyo que me has dado y no cabe duda que tenías toda la razón al decir que nuestra amistad es como la amistad de aquellos dos hombres llamado ( David y Jonathan), gracias a cada joven que participó en este proyecto que hermano Abner y un servidor estamos tratando de llevar a cabo que es la Radio Juventud Apostólica.
¡Muchas gracias!
Bueno y sin más por el momento y siguiendo con la temática de los dos últimos invitados que tuvo el blog, quiero hablarles un poco de mi testimonio, leer los dos testimonios anteriores me llenaron de fe para creer que para Dios no hay nada imposible pero en absoluto nada, ¡¡¡No hay enfermedad, adicción que no pueda ser terminada en el poderoso nombre del Señor Jesús!!!
Y eso me motivó a hablar de lo que Dios a hecho en mi vida, aunque no doy gloria a mi pasado, ¡agradezco cada día a Dios por haberme encontrado y liberado de las manos de Satanás!
Joven si hay algo poderoso que puede hacer que las personas vean el poder activo de Dios en este mundo es tu testimonio, muchas veces hablamos de los testimonios de los demás donde vemos la gran manera en la que Dios actuó en la vida de otra persona, pero nunca debes olvidar lo que Dios hizo en tu propia vida, tu testimonio puede hacer creer a otro joven que si tiene esperanza.
Hace un tiempo atrás, yo no conocía de está preciosa verdad, mi vida no tenía un rumbo, ni una dirección, mis sueños y metas eran terrenales de este mundo, era un joven muy ambicioso, el dinero y los placeres del mundo me llevaron a cometer muchos errores, como cualquier joven me encantaban los deportes y siempre quería ser el número 1 en todo lo que hacía, a la edad de 18 años comencé a entrar en el mundo del fisicoculturismo, era un joven con hambre de éxito, tenía ganas de que el mundo supiera que existía, quería destacar a como diera lugar y eso hizo que me metiera más y más en el mundo de las pesas, los gimnasios… en fin todo lo que tenía que ver con fisicoculturismo, competí en un nivel profesional, Satanás me había envuelto en un mundo de orgullo y vanidad, porque la vanidad no solo es para las señoritas, en estos tiempos también engaña a los varones con la vanidad.
En el gimnasio encontré el refugio para todos mis problemas y angustias ya que en ese tiempo recientemente había perdido a mi padre, Satanás se aprovecho de todo eso para meterme en un mundo donde solo existía yo y mi cuerpo nada más, perdí amistades, familia, en fin perdí todo pero en mi mente yo creía que ese era el precio del éxito.
A veces me sentía solo pero el solo verme en un espejo llenaba mi ego y todo la soledad desaparecía, desarrollé una enfermedad llamada vigorexia que es un enfermedad totalmente mental pero ahora me doy cuenta que era espiritual, comencé a ganar fama y créeme que para un joven de 20 años en ese entonces era lo máximo, la gente me veía como un símbolo del deporte y el trabajo duro, más sin embargo mi vida era triste, dolor, soledad, falta de amor, sabes aunque tenía todo lo que un joven podía desear, no era feliz ya que había un hueco dentro de mi que nada podía llenar, todo había comenzado muy bien pero satanás ya tenía un plan para destruirme, déjame te digo joven que cuando tu estás muy cerca del pecado satanás traza un plan con el único objetivo de matarte, y pues dentro del deporte conocí las drogas.
Y eso fue una de las partes más tristes de mi vida, dependía siempre de tener conmigo droga porque era la manera en que calmaba la ansiedad que los jóvenes del mundo sienten que los lleva a pasársela de fiesta en fiesta.
Me fui hundiendo, cayendo siempre en las redes del cazador llamado Satanás, eso me llevó a cometer hechos vergonzosos y cada vez más a la soledad, la depresión, a odiar a todas las personas porque yo creía que siempre estaban burlándose de mí, hasta que un día un amigo, mi hermano en sangre y ahora mi pastor me invitó por primera vez a una iglesia, a mi realmente me dio risa, y de verdad me dio, yo pensé: “no quiero ir a ese lugar donde solo hay gente que quieren agradar a un Dios que no ven”.
Más sin en cambio fui, llegué obviamente como ese chico orgulloso, seguro de si mismo, creyendo que no había nada que pudiera derrumbar esa barrera de seguridad que había formado escondiendo mis miedos y dolores, llegué y lo primero que llamo mi atención fue ver jóvenes diferentes que más haya de preguntarme algo de mi cuerpo me abrazaron, me demostraron amor y que les importaba sin ellos conocer nada de mi, eso comenzó a derrumbar algo dentro de mí, comenzó la alabanza y algunas personas hablaban un idioma extraño al cuál llamaban hablar en lenguas y danzaban y brincaban felices al escuchar el nombre de una persona llamada Jesús, al cuál yo buscaba ver al menos en una imagen, algo dentro de esas alabanzas comenzó a tocar mi corazón y sin saberlo ahora no era Satanás el que estaba haciendo un plan, si no el mismo Señor Jesús que creo toooodo lo que vemos en este mundo, ¡Aleluya!
Había algo dentro de mi que se inquietó, en mi bolso tenía una pequeña bolsa con cocaína, algo sin saber en ese momento lo que era, pero ahora yo sé que fue el Espíritu Santo me hizo tirarlo a un bote de basura durante ese tiempo llamado tiempo de adoración, yo estaba algo sorprendido porque algo dentro de mi sabía que estaba en el lugar que llenaría ese vacío que había en mi, y lo más sorprendente es que no había ni un solo aparato de gimnasio, ni alguien alabándome si no que alababan a ese hombre llamado Jesús.
Y por si no fuera poco después de eso sale un hombre común y corriente al que todos le decían Pastor, dije: “que gente tan rara” JAJA.
El tiempo de la predicación llegó.
Comenzó dentro de mi una pelea, mi espíritu que quería estar ahí, pero mi carne quería lo contrario en esa predicación escuché que mencionaron algo que cambiaría mi vida para siempre hasta el día de Hoy, llamado Espíritu Santo, esa palabra quedo resonando en mi cabeza con muchas preguntas.
¡Oh! Joven cuando esté hombre acabo de predicar dijo: “yo sé que hoy Dios va hacer algo muy especial y va a llenar a alguien con el Espíritu Santo”, yo no sabía a qué se refería pero de repente y créeme que escribo esto con lágrimas en mis ojos, hubo un calor dentro de mi que jamás olvidaré, mi cuerpo ya no reaccionaba a lo que yo le mandaba, mi boca comenzó a salirse de control toda la iglesia me volteó a ver, mi pastor me llevo al frente ……. ¡¡¡¡y de mi boca comenzaron a salir palabras que jamás había escuchado!!!!
Si el joven orgulloso, que siempre había sido el número 1 estaba frente a frente con el único que merece ser el número 1 en nuestra vidas y en todo lo que hacemos, y en ese momento Dios llenó ese joven con el Espíritu Santo, Dios me limpió desde lo profundo de mi corazón sacando todo el dolor y llenando el vacío que no pudo llenar ni las drogas, ni la fama, ni ser el mejor en todo, ¡Dios si llena ese vacío que hay en la juventud!
Y no solo quedó en eso sí no que fui bautizado en el poderoso nombre del Señor Jesús ¡aleluuuuyaaaaaa!
Y ahora ese joven el cual soy yo sirve a Dios con todas sus fuerzas, y así lo haré hasta que acabe la carrera y pueda ver frente a frente al Señor Jesús.
Eso te demuestra que no hay nada imposible para el Señor Jesús, yo no sé quién seas tal vez, pero lo que si te puedo decir es que Dios ve lo que nadie más puede ver y el sabe tu necesidad sin que hables una sola palabra y el puede cambiar tu vida si tú se lo permites, como lo hizo conmigo, como lo hizo con los dos jóvenes que Dios sanó que escribieron por aquí, recuerda esto ¡¡¡¡Para Dios no hay nada imposible!!!!
Si el lo hizo conmigo lo puede hacer con cualquier joven, Dios es el único que puede llenar cada área de tu vida sin quitarte nada ni añadir dolor.
Espero que esté testimonio ayude a un joven o una señorita que no encuentra como llenar el vacío que hay en su vida.
Dios les bendiga.
Paco Báez.
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