La Oración

Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 

Lucas 11:1

Si quieres conocer a una persona, tienes que hablar, tienes que aprender a romper la barrera de la timidez siempre con personas nuevas para poderlas conocer. Sin conversación no hay relación.

Personalmente, soy una persona a la que se le dificulta mucho empezar una conversación con personas que no conozco, soy un poco tímido para hablar las primeras veces, una vez entrando en confianza puedo hablar por horas con alguien.

Hay otras personas que realmente me sorprenden, porque no necesitan tanto para romper la barrera de la timidez, inmediatamente ellos van a saludar y hablar con la gente que no conocen, y se expresan demasiado bien, no les cuesta trabajo crear conversación, al poco tiempo ellos están riendo, contentos y parece que se habían visto tiempo atrás.

Pero con el tiempo uno va a aprendiendo que tipo de cosas se pueden hablar con ciertas personas, todo esto depende de la confianza que sientas con ellos, más ya con las personas con las que te sientes en libertad de hablar de todos tus problemas, de tus necesidades, de tus debilidades, ya son aquellos con los que llevas mucho tiempo hablando constantemente.

Las amistades, las relaciones, los matrimonios, las familias más fuertes, son aquellas que se comunican.

He dicho esto porque esto es la oración, es la comunicación que tú tienes con Dios, en otras palabras, es la base de tu relación con Dios.

Para conocer más de Dios lo que necesitas es hablar con él, para saber su voluntad, necesitas hablar con él, para obtener su respuesta, necesitas aprender a hablar con él.

Hay un dicho que dice; Al que no habla, Dios no lo escucha, cuando lo utilizamos siempre nos referimos a que para saber lo que le pasa a alguien, ese alguien tiene que hablar, no podemos conocer completamente lo que pasa dentro de la mente de las personas hasta que ellos se atreven a hablar.

Es cierto que Dios conoce todo de nosotros, aun nuestros pensamientos, conoce las palabras que diremos antes de que nosotros las pensemos y las digamos, Dios sabe todo de nosotros, pero Dios siempre ha querido que el ser humano hable con él porque Dios quiere escucharte, quiere que tu sientas la confianza suficiente en él, quiere ser tu mejor amigo, tu consejero, tu ayuda, pero para eso necesitamos aprender a hablar con él.

Tal vez lleves muchos años en la iglesia, pero quien sabe, quizás nunca aprendiste a orar, o tal vez eres nuevo en la iglesia, no llevas mucho tiempo en los caminos de Dios y por esa misma razón no sabes cómo hablar con Dios, si estás en alguna de estas circunstancias, entonces necesitas decirle a Jesús lo que sus discípulos le dijeron: Jesús, enséñame a orar, enséñame a platicar contigo, quiero tener una verdadera relación contigo, quiero estar unido a ti, quiero ser tu amigo, enséñame a orar.

No importa cuánto tiempo lleves en la iglesia (yo he estado toda mi vida en la iglesia, y quien sabe cuántas veces le he pedido a Dios: Señor, enséñame a orar correctamente, quiero tener una comunicación buena contigo).

Si tu vida espiritual es débil, si tu vida espiritual no es constante, no tiene firmeza, es por esa razón, no has orado, no has hablado con Dios.

Una vez que tú sabes cómo hablar con Dios, tu vida espiritual es diferente, es una vida con convicción, es una vida firme, fuerte, que por más problemas que tengas no se va a mover. Hay un canto que dice: El poder del cristiano está en la oración, y eso es la verdad, las cosas cambian cuando tu oras, antes de orar, antes de hablar con Dios puede que te sientas angustiado, inquieto, pero una vez que terminas de orar sientes paz, confianza, el problema sigue ahí pero sabes que Dios te escuchó y si Dios te escuchó entonces él tiene el control.

¿Cómo debo de orar? La respuesta está en los próximos versos…

Lucas 11:2-4

² Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 

(Esta es la manera en la que Jesús les empieza a enseñar a sus discípulos a orar, nota, Jesús dice: Padre santificado sea tu nombre, en otras palabras, empieza la oración adorando a Dios, después de adorar a Dios, dando gracias, pide que el haga y te muestre lo que es su voluntad para ti, debes entender esto, la voluntad de Dios será hecha, no la tuya, por eso pide lo que sea la voluntad de Dios)

³ El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 

(Este es el momento de las peticiones, nunca empieces tú oración pidiendo, empieza tu oración adorando y pidiendo conocer la voluntad de Dios, después de eso siente la libertad de exponer tus necesidades, pídele a Jesús que te dé lo que necesitas, lo que te hace falta, este es el momento de pedir por las necesidades de tu familia, de tu iglesia, de tu vida: Señor respóndeme, contesta mis peticiones).

⁴ Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. 

(Llega el momento de pedir perdón, por los pecados que hemos cometido, pero nunca pidas que Dios te perdone si tú en el corazón tienes algo en contra de alguien, necesitas aprender a perdonar a tus hermanos para que Dios escuche tu oración. Después de pedir perdón, puedes pedirle a Dios que te ayude en tus debilidades, que te libre del mal, que te cuide del pecado, que te ayude a vencer las tentaciones que llegan a tu vida, que pelee contigo para que con su ayuda seas un vencedor).

Mateo 6:13… porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 

(Y antes de que tu oración termine, vuelve a agradecer y a adorar a Dios).

Si tu oración es de esta manera debes de estar seguro que estas orando de la manera que le agrada a Dios y debes de tener confianza que Dios si te está escuchando.

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 
1 Juan 5:14

Abner Garcia.