Jesús - El Hijo
Jesús - El Hijo
“Pero
sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer
al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios,
y la vida eterna.”
1 Juan 5:20 RVR1960
La semana pasada hable concerniente Jesús como el Padre. El
Padre fue la primera manifestación del Único Dios. El Padre del Antiguo
Testamento se manifestó en carne en el Hijo. Hablamos de todas las referencias
donde Jesús afirmaba ser uno con el Padre. Pero además de entender que Jesús es
el Padre, necesitamos entender que Jesús es el Hijo. Dios se manifestó como
Padre en Creación. No fue hasta el Nuevo Testamento que El se manifestó como
Hijo. Esta manifestación de Hijo fue por un solo propósito.
Romanos
5:18 (RVR60) Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a
todos los hombres, de la misma manera por
la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
El Padre se
manifestó como Hijo para justificar y redimir
a la humanidad de sus pecados.
Mateo 1:21 (RVR60) Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,
porque él salvará
a su pueblo de sus pecados.
El propósito de
Jesús en la tierra era de salvar.
Ahora, la única manera que Dios puede salvar a alguien del
pecado es a través del derramamiento de sangre.
Hebreos
9:22 (KJV) Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisión.
En
el Antiguo Testamento, era la sangre de animales inocentes que redimía
temporalmente la culpa del pecado. Este plan funcionaba solo para el pueblo de
Israel. Pero Dios no quería que nadie se perdiera, pero que todos tuviesen la
oportunidad de arrepentirse. (2 Pedro 3:9) Entonces, para lograr eso, Dios supo
que EL iba tener que ofrecerse en un sacrificio perfecto para derrotar una vez
por todo al pecado. ¿Como lo hizo?
En
el Antiguo Testamento, Abraham profetizo sin saberlo cuando dijo: “Dios se
proveerá de holocausto” (Gen. 22:8) Dios le había revelado que en un tiempo
futuro iba hacer un sacrificio perfecto que destruyera la culpa del pecado.
El
cumplimiento de esta profecía la dio Juan el Bautista. El dijo, “He aquí el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29)
Jesús era el
sacrificio perfecto que podía quitar el pecado del mundo.
Para
que un sacrificio fuese eficaz conforme a la ley, 1) Tenía que ser carne 2) Tenia que derramar sangre 3) Tenía
que ser completamente sin defecto. Entonces Dios quería que se ofreciera
un solo sacrificio para perdonar una vez por todo a la humanidad. Pero Dios es
Espíritu
invisible (Jn. 1:18, 4:24), ¿Como un Espíritu puede derramar sangre, o ser
carne? El tuvo que manifestarse en un cuerpo para poder habitarlo, y sacrificarlo.
Hebreos 10:1-5 (RVR60) 1 Porque la ley,
teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las
cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente
cada año, hacer perfectos a los que se acercan. 2 De otra manera cesarían de ofrecerse,
pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más
conciencia de pecado. 3 Pero en
estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; 4 porque la sangre
de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. 5 Por lo
cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.
Hebreos
10:10 (RVR60) En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez
para siempre.
Hebreos 9:28 (RVR60) así también Cristo
fue ofrecido una sola vez para llevar
los pecados de muchos;
y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que
le esperan.
Jesús fue el cumplimiento de todos los requisitos acerca del
sacrificio. El Hombre Jesus fue la manifestación física del Dios invisible.
Solo de esa forma podría haber un sacrificio eficaz para el pecado.
Jesús
fue tentado en todas formas igual que nosotros, mas sin pecado.
Hebreos 4:15 (RVR60)
Porque no
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Y
muchas personas se confunden en pensar que Jesus era otra persona aparte del
Padre. Pero la Escritura habla claramente que El Padre se manifestó en carne,
no que mando a otro en su lugar.
1 Timoteo 3:16 (RVR60) E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado
en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el
mundo, Recibido arriba en gloria.
La
palabra Griega usada para Dios en esta cita es Theos. Esta Palabra indica el único y verdadero Dios. Pablo lo usa
en referencia al Padre del Antiguo Testamento. El dice aquí que Dios (el Padre)
fue manifestado en carne.
El
revelo su gloria a través del cuerpo de Jesucristo, con el propósito de salvar
a los perdidos.
2
Corintios 4:4-6 (RVR60) 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el
cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos,
sino a Jesucristo como Señor,
y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque Dios,
que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para
iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Hebreos 1:1-3
(RVR60) 1 Dios, habiendo hablado
muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo
a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,
a
quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de
su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas
con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados
por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Jesús
no era otro aparte de Dios, simplemente era una representación física de un
Dios invisible. Solo así podía redimir Dios al mundo. Por eso dice la Escritura
que;
2 Corintios 5:19 (RVR60) que Dios
estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Es fácil
entenderlo si uno lee las escrituras. Dios Padre se manifestó en forma física.
Colosenses 1:15 (RVR60) El es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda creación.
Hay personas que quieren decir que Jesús simplemente era un
vaso de carne y que no tenía opción sino de hacer lo que Dios hiciera... ¡No es
cierto! Jesús hablo de su crucifixión, y dijo claramente estas palabras;
Juan
10:18 (RVR60) Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder
para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de
mi Padre.
Jesús
tenía poder para poner y volver a tomar su vida porque era el Padre manifestado
en carne. Jesús es El Padre y El Hijo. Esa manifestación de Hijo fue para ser
un cordero para los pecados del mundo. Y Jesús mismo es el que reina en Gloria,
y tiene el Nombre sobre todo nombre.
Filipenses 2:5-11 (RVR60) 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte
de cruz. 9 Por lo cual Dios también
le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en
los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
De igual manera el
trono es de Jesús.
Hebreos
1:8 (RVR60) Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo
del siglo; Cetro de equidad es el
cetro de tu reino.
La confirmación
final se halla en el libro de Apocalipsis.
Apocalipsis 4:2 (RVR60) Y al instante
yo estaba en el Espíritu;
y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el
trono, uno sentado.
Vemos qué hay un
solo trono establecido en Gloria... ¿Quién está sobre el trono?
Apocalipsis
22:1 (RVR60) Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de
Dios y del Cordero.
Vaya, Ahora tenemos un problema. Esta el trono
(singular) de Dios (Padre) y del Cordero (Hijo).
¿Será
que se están tomando turnos sentándose en el trono? ¿De quien es el trono
entonces? Sigamos leyendo.
Apocalipsis 22:3-4 (RVR60) 3 Y
no habrá más maldición; y el trono de
Dios y del Cordero
estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Le Servirán, habla
de uno solo. Su rostro, y su nombre hablan de uno solo.
Apocalipsis 22:7 (RVR60) ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
El que esta sentado
en el trono habla singularmente. Dice; “Vengo pronto.”
Apocalipsis 22:12-13 (RVR60) 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el
primero y el último.
Otra vez, Dios y el Cordero se están mencionando como
que fuesen una solo persona...
¿Quien es Dio y el Cordero?
Apocalipsis
22:16 (RVR60) Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la
estrella resplandeciente de la mañana.
Jesús
es Dios y el Cordero. Hay un trono, y uno sentado sobre el trono, y ese único
Dios se llama Jesus. Por esa razón use el verso que use al inicio de este blog.
1 Juan
5:20 (RVR60) Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en
su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Nathaniel Schreckhise.
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