Concluyendo
David llego al trono, después de
tanta espera, tanta preparación, tanta persecución, David había llegado a tomar
el lugar que Dios le había dicho que tomaría, por seguro cuando él se sentó en
el trono la primera vez inmediatamente pensó en todo lo que tuvo que pasar para
estar sentado en ese trono, ahora él estaba listo para gobernar, ya era lo
suficiente maduro, inteligente y capaz.
1 Samuel 31:1-4
Lamentablemente para que el
tomará el trono tuvo que suceder algo, Saúl, el rey, tuvo que morir.
Hemos llegado a la última lección
de esta serie, y por ultimo quiero hablarte sobre como concluir, como terminar
con el propósito.
Hoy hablaremos de las
diferencias en los finales de Saúl y de David.
Por cuestiones que son varios versos te dejaré las
citas, si gustas, puedes leer la historia completa en 1 Samuel 15:14-35.
Saúl tenía el apoyo de Dios, él no estaba solo. El
simplemente tenía que obedecer la voz de Dios que le hablaba a través de
Samuel.
Su vida fue cambiada de la noche a la mañana, un
hombre diferente de un momento a otro, un hombre con destino divino, un hombre
con propósito en su vida.
Hemos estado estudiando acerca de esta palabra, Saúl
no era nadie, aún él se veía y no veía a alguien grande y poderoso, no veía alguien
con propósito, no veía a un hombre que sería rey de Israel.
No se sentía mucho, dice la Biblia que Saúl ante sus
propios ojos era pequeño, llego al trono con mucha humildad.
Y todo le fue bien a Saúl mientras el obedecía la voz
de Dios, pero cuando el desobedeció la voz de Dios; destruyo su propósito, tiro
a la basura su vida, todo lo que había hecho no servía de nada, por su
rebeldía, por su soberbia, cometió pecado, desobedeció a Dios y realmente no se arrepintió. Y su vida volvió
a quedar sin propósito, se salió de órbita, solo empezó a vivir por vivir. Nada
excepcional.
Con esto quiero que entiendas que el único que puede
cambiar el propósito de Dios en la vida, que puede impedir que seas llevado a
otros lugares más grandes, no es el enemigo, no es el diablo, somos nosotros
mismos.
Dios ha hecho cosas en nuestras vidas, nos ha mirado
a pesar de ser imperfectos, si tú que lees esto te sientes perfecto, sin
fallas, sin faltas, y dices serlo, estás mintiendo, porque somos humanos,
tenemos carne y tenemos que luchar para controlarla, pero mientras luches con
tu carne; Dios te apoyara.
Dios así nos ha mirado, en la condición imperfecta y
nos dio un propósito, estas enseñanzas prácticamente están resumiendo la vida
de cada persona que ha existido, que existen y que existirán en este planeta.
Saúl tenía propósito pero quiso hacer lo que él
quería, como todo el mundo hoy en día, Dios le dijo otra cosa, pero el con su
actitud le dijo; a mí no me importa, lo voy a hacer, al hacer esto el marco y
cambio el resto de su vida y no tan solo la de él, sino la de toda su
descendencia.
Un espíritu del diablo se adueñó de su vida, Saúl
había cambiado, Dios ya no estaba con él. Más Saúl no podía culpar a Dios de
quedarse sin propósito, el culpable era el mismo.
Saúl había vivido sin motivos, sin razones, se sentía
inservible, que no tenía valor, y en los últimos instantes de su vida cometió
el mismo error que las personas de hoy en día siguen cometiendo cuando ven que
su vida no vale nada, cuando ven que su vida es una sin propósito, sin sentido
y sin razón, Saúl se mató a sí mismo.
Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de
Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de
Gilboa. Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán, a
Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los
flecheros, y tuvo gran temor de ellos. Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y
traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y
me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces
tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.
¿De qué valió todo lo que hizo Saúl, si acabo mal? No
apreció su propósito, lo tiro a la basura y cuando vio que su vida no valía
nada y que las cosas que el debió haber destruido ahora lo estaban alcanzando para
matarlo, decidió suicidarse.
Y es lo que el diablo quiere, quiere que tú cometas
algún error, para que te quedes sin propósito, para que lo que Dios ha hecho en
tu vida no sirva de nada, y te haga tomar la salida fácil, ¿Por qué crees que el suicido es tan popular hoy en día? Porque
las personas no le ven propósito a su vida.
Pero Dios quiere que tú vida termine de otra
manera...
Llegaron los días en que David había de morir, y
ordenó a Salomón su hijo, diciendo: Yo sigo el camino de todos en la tierra;
esfuérzate, y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus
caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus
testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que
prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; para que
confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi
camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma,
jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.
Y durmió David con sus padres, y fue sepultado en su
ciudad.
1 Reyes 2:1-4,10
David ahora era viejo, pero ya había sido el mejor
rey de la historia de Israel, había llegado al final de su vida, una vida
victoriosa, una vida con el favor y el poder de Dios, Dios lo acompañó hasta el
último momento de su vida, aunque David pecó fue rápido para buscar el perdón
de Dios y Dios lo perdono.
Ahora ya era viejo, David sabia es momento, y hablo
con su hijo y en sus últimas palabras de David se nos resume su vida, se nos
resume que fue prosperado, que Dios estuvo con él. David terminó de una manera
muy diferente su vida que Saúl, y esto fue porque David cumplió con lo que Dios
le había mandado
.
Tuvo errores, cometió faltas, pero se arrepintió y
volvió.
La muerte de David fue en paz, el final de su
propósito fue en paz, fue muy bueno.
David nos dejó el secreto a nosotros de cómo hay que
hacerle para que nuestra vida sea una vida con propósito como la de él, yo creo
que si pudiéramos hablar con David, nos diría lo siguiente; solamente alaba y
adora a Dios, cuando escuches la voz de Dios prepárate, soporta, obedece,
cumple lo que está escrito en su palabra, vas a tener aflicción, vas a llorar, pero
estás en el propósito divino, sigue adelante y terminarás tu propósito, así
como yo, lleno de victorias, lleno de gracia, lleno del favor de Dios.
Yo sé que esta lección es una lección que tal vez
veas en tu vida muy lejana, pero por seguro quieres que cuando se te recuerde,
se te recuerde como alguien bueno, David es recordado de esa manera porque
desde su juventud supo cómo hacer las cosas.
¿Cómo queremos acabar nosotros?
¿Terminaremos el propósito de la manera de Saúl o de
la manera de David?
Espero que estas lecciones hayan sido de bendición a tu
vida, léelas siempre que las necesites.
Próximamente vienen más series escritas por
otros jóvenes, mantente leyendo el blog para que seas de los primeros en
enterarte de lo próximo. En unos días tenemos nuestra reunión de jóvenes, estoy
muy emocionado, anhelando que el día sábado llegue, y por supuesto; el próximo martes
estaré contando lo que suceda en ese gran día. Dios te bendiga.
Abner Garcia.
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