El Rey de las Apariencias

Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios.
1 Samuel 15: 30

La vida de Saúl creo que la conoces, fue llamado por Dios mientras buscaba a las mulas de su padre, Dios acomodo todo para que él se encontrara con Samuel y así empezaría la historia del primer rey de Israel.

Saúl empezó muy bien, pero como diríamos de vez en cuando; lo que importa no es como empiezas sino como terminas, llego un momento en la vida de Saúl que empezó a aparentar, empezó a hacer lo que él quería hacer, quiso tomar un lugar que no le correspondía y pensó que nada le iba a pasar.

Si pudiera resumir el problema de Saúl aparte de decir la palabra desobediencia, sería la apariencia, Saúl en algún punto dejo de ser quien era, y empezó a vivir de una manera diferente, Saúl era como un camaleón, se ponía del color de la situación, cuando la hora llegaba de afrontar las consecuencias lo fácil para él era echarle la culpa a los demás; es que ellos quisieron… es que ellos me dijeron… ellos me presionaron… yo quería hacer lo correcto, pero ellos no… bueno, quiero decirte algo, no importa lo que has hecho, si realmente sientes un arrepentimiento genuino en tu corazón lo primero que harás será reconocer y decir; es cierto, yo me equivoque, no debí haberlo hecho. Dios espera a este tipo de personas, porque este tipo de personas son aquellas que pueden ser ayudadas, las personas que no aceptan que ellos se equivocaron son necias y a un necio es muy difícil ayudarlo porque no admitirá que necesita ayuda.

Si le has fallado a Dios pero reconoces que fallaste y que necesitas de su ayuda, no hay tanto problema, porque Dios sabrá cómo trabajar contigo, pero si le fallas y piensas que fallaste porque otro tuvo la culpa, otro te motivo, alguien te dijo que lo hicieras, ese tipo de personas son aquellas que no reconocen que ellos tuvieron la culpa y por la misma razón no piensan que ellos están mal.

Ahora, ¿Qué le paso a Saúl? Exactamente eso, pensó que él no tenía la culpa de nada, increíblemente pensó que había obedecido la voz de Dios y esto se lo dijo a Samuel, que tan equivocado estaba Saúl.

Por la misma razón de que él pensaba que no había hecho nada mal, el no reconoció que había pecado, para reconocerlo tuvo que escuchar unas duras palabras de Samuel; Jehová ha dado el reino a alguien mejor que tu; esto fue doloroso de oír para Saúl, después de algunas palabras Saúl reconoce que había desobedecido a Dios, pero su arrepentimiento no fue genuino, ¿Por qué? Porque alguien realmente arrepentido no buscara quedar bien, aparentar que nada paso, aceptara las consecuencias por más duras que sean, y Saúl sí quiso aparentar.

Le pidió a Samuel que por favor entrara al templo con él para que los ancianos lo honraran, en otras palabras para que los ancianos y el pueblo de Israel pensaran que como Samuel estaba en el templo con Saúl, todo estaba bien.

En este momento fue cuando Saúl se convirtió en el rey de las apariencias.

Hemos oído el popular dicho; las apariencias engañan, hay personas que parecen ángeles, tienen voz dulce, su cara parece inofensiva, todo parece perfecto, pero por dentro son alguien totalmente diferente, y personas que parecen duras por fuera, a veces son personas bastante sensibles por dentro.

Pero, aparentar es ser algo que no eres, es usar un disfraz para tapar lo que realmente hay debajo, hay gente que vive de esa manera, aparentando, tapando lo que en realidad hay en su corazón, dentro de ellos mismos saben que hay algo que esta mal, pero no quieren admitirlo porque tienen mucho que perder, empiezan a vivir una vida que a los ojos de los demás parece buena, siguen asistiendo a la iglesia, siguen hablando como hijos de Dios, siguen adelante, pero solo es apariencia, no es real, y entre más avanzan viviendo de esta manera más alejados están de Dios.

Quiero decirte algo, Dios sabe tus luchas y tus pruebas, sabe en qué cosas tienes errores, en que cosas puedes fallar, en que situaciones puedes caer, pero no pienses que Dios se enoja contigo cuando fallas, porque no es verdad, Dios se enojó con Saúl pero porque aparento, Dios lo desecho porque aparento que todo estaba bien en lugar de decir desde un principio; Perdóname Señor, por favor ayúdame.

En la Biblia yo nunca he encontrado que Dios se enojó con alguien que reconoció haber fallado, pero si he encontrado que se enojó con aquellos que querían aparentar delante de todos ser los más santos y los mejores que habían, de hecho esta fue la lucha que Jesucristo tuvo cuando estuvo en esta tierra, y de eso acuso a los fariseos de ser alguien que no eran en verdad.

Acepta cuando le fallas a Dios porque hay esperanza si aceptas tus errores delante de Dios, con el Espíritu de Dios eres un rey, una reina, no cambies tu corona real, por una corona de apariencias como Saúl hizo.

Si Dios sabe en qué cosas has fallado, acéptalas y reconócelas a tiempo porque a Dios nunca lo podremos engañar.

Abner Garcia.

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